12 noviembre 2018

Cuando un político es acusado de algo, suele ser noticia y comidilla durante mucho tiempo; incluso popularmente es condenado a priori sin posibilidad alguna de defensa. Cuando ese político es absuelto de los cargos con los que se le acusaba, el despliegue informativo es el justo, pero socialmente queda manchado por esa especie de sabiduría popular basada en el "piensa mal y acertarás". Por mi parte y en la medida que puedo, enhorabuena Juan Antonio Megías. A los que te queremos, también nos han absuelto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenos días.