14 noviembre 2018

Ver hoy a un hombre plantado delante de la catedral, mirándola detenidamente y, después, plasmando sobre un papel lo que ha visto, es casi un último motivo de esperanza. Alguien que no saca su cámara o su móvil, alguien que simplemente mira y medita. Una emoción.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenos días.