01 febrero 2019

Como cada cierto tiempo, el almendro de la calle Del Pino ha vuelto a florecer. Y con sus flores -o coincidiendo con sus motivos-, también nuestro ánimo nota el cambio. Sí, es una cita anual, pero, sobre todo, es el recordatorio más palpable de que la vida solo es un constante renacer.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenos días.