13 septiembre 2020


No sé desde cuándo, pero quizá desde aquella lejana noche que, de repente y mientras circulaba pensativo por una carretera comarcal, vi sobre el asfalto una rata quieta y mirando fijamente las luces de mi vehículo; un segundo después oía un ruido suave y seco procedente de los neumáticos al aplastarla. Claro, desde aquel momento, cada vez que he visto un animal muerto sobre el asfalto, no he podido evitar meterme en aquel último segundo de su vida, o de la mía.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

¡ Ufff ! ¡Qué mal rollo!

Anónimo dijo...

Buenos días.

Anónimo dijo...

Buenos días.

Anónimo dijo...

Buenos días.

Anónimo dijo...

Buenos días.

Anónimo dijo...

Buenos días.

Anónimo dijo...

Buenos días.

Anónimo dijo...

Buenos días.

Anónimo dijo...

Buenos días.

Anónimo dijo...

Buenos días.

Anónimo dijo...

Buenos días.

Anónimo dijo...

Buenos días.

Anónimo dijo...

Buenos días.