No
sé desde cuándo, pero quizá desde aquella lejana noche que, de repente y
mientras circulaba pensativo por una carretera comarcal, vi sobre el
asfalto una rata quieta y mirando fijamente las luces de mi vehículo; un
segundo después oía un ruido suave y seco procedente de los neumáticos
al aplastarla. Claro, desde aquel momento, cada vez que he visto un
animal muerto sobre el asfalto, no he podido evitar meterme en aquel
último segundo de su vida, o de la mía.
13 comentarios:
¡ Ufff ! ¡Qué mal rollo!
Buenos días.
Buenos días.
Buenos días.
Buenos días.
Buenos días.
Buenos días.
Buenos días.
Buenos días.
Buenos días.
Buenos días.
Buenos días.
Buenos días.
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