Mientras esperas la hora de tu cita, estás sentado tú solo en una cafetería de la plaza de la Concordia de Lorca. Al tratarse de un "tiempo muerto" y, acaso, por encontrarte medio protegido por un toldo, te dedicas a observar sobre tu entorno para reconocerlo, para espiarlo, para saberte allí. A un lado, la conversación de dos hombres que cruzaban la calle y que, por unos instantes, se detienen para ponerle un énfasis a lo que se comunican. Al otro, un conductor ha aparcado su furgoneta y se ha bajado de ella para pasar al lado opuesto, abrir la puerta del vehículo y encender un cigarrillo que se lleva a la boca. ¿Dónde habrían quedado aquellos instantes de sus vidas si alguien desocupado no los hubiera rescatado del gran río de la vida?
Buenos días a todos.
ResponderEliminar