10 noviembre 2009


¿Qué tendrá esta ciudad, que tan dentro la lleva uno? o ¿qué tendrán las ciudades, las tierras, los paisajes, la luz, que tanto nos condicionan? o mejor aún, ¿qué tendrá nuestra sangre para ser tan cobarde?

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Que eres parte de ellas y en agradecimmiento por eso, ellas te dejan sentirte parte de ellas. Ah, parafraseando a Gonzalo en la boda de Juanito,... cobarde nuestra sangre? cobarde será la tuya....
Os recomiendo un agradable disco salido hace poco, que toma su nombre de la buena película splendor in the grass, del grupo Pink Martini. En especial me gustaría dedicar la primera canción, ninna nanna a Luci, como no...

Jose

Isabel Martínez Llorente dijo...

Nos condiciona su luz y su vida, aparentemente grande y en el fondo en un bolsillo. Nos condiciona el hecho de no sabernos nómadas más que en anhelos, y sin embargo relegando al "casetto dei sogni" la intención de habernos ido alguna vez, de vagar por el mundo cual "vagamundos", de vivir otras vidas que en realidad nunca fueron las nuestras, porque la nuestra es ésta que tenemos aquí y ahora:en esta tierra, en este paisaje, con esta luz.

Los demás escenarios pisados, los demás caminos recorridos, conforman nuestras "ciudades invisibles" que se hacen visibles en los territorios de la vivencia que cada uno porta en su alforja.

Saludos,
I.M.

Anónimo dijo...

Tienen que forman parte de la historia personal y, claro, ¿quien renuncia a eso?. Pero de sangre cobarde...me parece algo extremo.
Tomo nota del disco, Jose
Bss
ELE

TOÑI dijo...

Es la nuestra con todas sus buenas y malas cosas,estan nuestras raices o las de nuestros hijos,que tanto unen para amar,para desear y añorar cuando estamos fuera,volver a sentir su tierra bajo nuestros pies,y su sol en nuestra cara.Es la tierra que abraza a nuestros seres queridos cuando se marchan.Tengo tantas cosas que me condicionan.....

Man dijo...

Pues ya nos lo dejó dicho Séneca: “No amamos a la patria por grande, sino por nuestra” y en mi “vagamundeo” (tomo el palabro prestado de Isabel, mi vecina de dos pisos mas arriba) he podido constatar que así es y que así la siento.
¿Sangre cobarde? Después de haber leído estos últimos día tres libros sobre “Los últimos de Filipinas”… yo digo lo que Gon o ¡cobarde el último!
Si acaso, nos delata ese aroma melancólico y llorón de la herencia árabe que nos hace ser un poquico derrotistas y pusilánimes y no valorar suficientemente lo que tenemos, pero bueno, eso forma parte del paisaje y del paisanaje.
En tu caso esto está un poco más acrecentado quizás porque tengas más sangre de Rey Lobo que de Rey Sabio o porque como decía Dr. Raimundo Muñoz “Los cambios atmosféricos conviertes a las personas hipersensibles en barómetros humanos”… y estamos en otoño-invierno. Tomate lo que quieras.

Anónimo dijo...

que suerte teneis de sentir vuestras raices.....yo soy apátrida,ya no tengo tierra,ni orígenes , ni raices , no soy de aqui ni de allá,no pertenezco a ningun colectivo ni tengo ningún recuerdo ME LOS HAN QUITADO.....AHORA SOY LIBRE....NO COMO VOSOTROS.....pobre.....en el fondo COBARDES.

Anónimo dijo...

Venga los murcianicos, venga. Lo de uno es lo mejor. Viva el terruño. Venga, venga.