06 diciembre 2009


Un año más la lucha -mía-, otra vez el caos alegre y consentido, de nuevo los altares a la gula y al sinsentido. ¿Y el equilibrio, la razón, el amor? eso, a partir del 7 de enero; ahora peguémosle fuego al mundo, que va a nacer Jesús y el 9 pronto será 10.


7 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero hay otra Navidad, más profunda, más real, que se expresa en las conocidas Bienaventuras del Adviento:

§ Felices quienes siguen confiando, a pesar de las muchas circunstancias adversas de la vida.
§ Felices quienes tratan de allanar todos los senderos: odios, marginaciones, discordias, enfrentamientos, injusticias.
§ Felices quienes bajan de sus cielos particulares para ofrecer esperanza y anticipar el futuro, con una sonrisa en los labios y con mucha ternura en el corazón.
§ Felices quienes aguardan, contemplan, escuchan, están pendientes de recibir una señal, y cuando llega el momento decisivo, dicen: sí, quiero, adelante, sea, en marcha…
§ Felices quienes denuncian y anuncian con su propia vida y no sólo con meras palabras.
§ Felices quienes rellenan los baches, abren caminos, abajan las cimas, para que la existencia sea para todos más humana.
§ Felices quienes acarician la rosa, acercan la primavera, regalan su amistad y reparten ilusión a manos llenas con su ejemplo y sus obras.
§ Felices quienes cantan al levantarse, quienes proclaman que siempre hay un camino abierto a la esperanza, diciendo: “No tengáis miedo, estad alegres. Dios es como una madre, como un padre bueno que no castiga nunca, sino que nos acompaña y nos alienta, pues únicamente desea nuestra alegría y nuestra felicidad”.

Eso es navidad.

Fdo. El estilita (nada que ver con ese pseudoanacoreta de mística incierta y teorizante, ni mucho menos con el eremita postulante ese, a quienes Dios confunda una y mil veces).

Anónimo dijo...

Alegría para el alegre, tristeza para el que está triste. Mala época para el que se encuentra como éste. Todo es sentimiento y en mi caso búsqueda de mi soledad ahora inducida. Buen momento para echar mano de mi fuerza interior y para darle a los que realmente si me quieren lo mejor que hay en mi. Esta es la navidad de verdad, la que se celebra cada 15 de agosto y el 16 y el 17 .... Esta navidad de ahora ojalá y ya sea 15de enero.

Anónimo dijo...

arriba opinó Jose.

supersalvajuan dijo...

Tito capitalismo nos llama. Gastad, gastad, y la salida siempre presente.

TOÑI dijo...

Tienes razon Jose,yo querria que ya fuera 15 de enero, pero luego medito y.......IMPOSIBLE ATRAVESAR LA VIDA....Sin que un trabajo salga mal hecho,sin que una amistad cause decepcion,sin padecer algun quebranto de salud,sin que un amor nos abandone,sin que nadie de la familia fallezca,sin equivocarse en un negocio.Uno crece cuando no hay vacio de esperanza ni debilitamiento de voluntad,ni perdida de fé,uno crece cuando acepta la realidad y tiene aplomo para vivirla.Cuando acepta su destino,pero tiene la voluntad de trabajar para cambiarlo.Uno crece asimilando lo que deja por detrás construyendo lo que tiene por delante y proyectando lo que puede ser el porvenir.Crece cuando se supera,se valora y sabe dar frutos.Crece cuando se abre camino dejando huellas,asimilando experiencias,y sembrando raices.Se crece cuando se impone metas,sin importarle comentarios negativos ni prejuicios,cuando da ejemplos sin importarle burlas,ni desdenes,cuando cumple con su labor.Uno crece cuando se es fuerte por carácter,sostenido por formacion.Recoge flores aunque tengan espinas y marca camino aunque se levante polvo.Uno crece conociendose a si mismo y dándole a la vida más de lo que recibe.Uno crece cuando se planta para no retroceder.Entonces uno crece y crece cuando mas espera y confia en si mismo.

Anónimo dijo...

gracias Toñi.

Jose

Anónimo dijo...

Son días agridulces, siempre hay ausencias y yo de eso sé mucho.

Encuentro el encanto de la navidad en hacer felices a los que más me importan, a los que más quiero. Y ahí está la dulzura de estos días, en acoger en tu casa, en cocinar con amor, en ofrecer y crear magia e ilusión y transmitir a los tuyos que ese es el verdadero sentido de estas fiestas llenas de ausencias, de recuerdos y sobre todo de amor, del que das, mucho, y del que recibes que en mi caso es mucho también.

Os dejo uno de los más hermosos refranes: manos que no dáis, que esperáis?

Pero todo esto se debe aplicar el resto del año y no hay muchos que se apunten.

El consumismo y los lujos desaforados empañan y envilecen. Comprar, comprar, comprar, comer, comer, comer...

Os propongo algo que a mi me resulta muy agradable: pasea por los mismos lugares por donde lo hacías cuando eras niño, intenta recuperar los aromas, los olores, los sonidos,aquello que ya sólo existe en tu memoria, imagina que llevas al lado a aquellos a quien tanto querías que hacían mágicas y maravillosas tus navidades y que ahora ya no están y tanto echas de menos. Retrocederás en el tiempo, seguro, y quizás encuentres aquel sentimiento de niño ya perdido que te hizo amar la navidad. A mi me reconforta el corazón y me dulcifica los momentos amargos de estos días.

Que os sea leve.

Rox