23 abril 2010

Está casi siempre en su refugio, frente a la ventana, rodeada de imágenes, de libros, y de apuntes de matemáticas. Por única compañía un pequeño conejo enjaulado de no sé qué raza y tras ella una puerta cerrada que nunca cierra bien, una de esas puertas permanentemente entreabiertas o entrecerradas. Casi siempre está allí, vigilante, aunque sabemos que espera, que sabe esperar; sabemos de su sabiduría casi oriental, como sabemos de su sangre; sabemos que ahora sufre, si, pero también sabemos -¡y cómo lo sabemos!- que es y será nuestra garantía de felicidad.


5 comentarios:

Anónimo dijo...

Puede que sea el momento de dejarla hacer, tras toda una vida de esperar cosas de ella, cosas de la mas diversa indole y que no la han dejado quizás ser ella. Dejémosla relajarse, se lo merece, se merece vivir y observar la vida como se desarrolla a su alrededor y si en un futuro nos da felicidad, pues bien, significará que ella es feliz. Si no, no pasa nada, entonces nosotros seremos su apoyo para su felicidad.

Jose

TOÑI dijo...

Jose,tienes razón en todo lo que dices yo tambien lo creo.Es una niña fenomenal,muy madura para su edad,por eso tiene que ser ella misma,sin presiones, que tome las decisiones que ella crea oportunas,si se equivoca alguna vez es normal y le sirve para aprender,sabiendo en toda situación que todos la que la queremos y que siempre estaremos a su lado. Nadie sustituye a nadie,ni debemos esperar que nos de nada,sólo que ella sea feliz,con eso es suficiente.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con los tres, Toñi, Jose y Juan.
Solo puedo añadir que te quiero mucho y tu lo sabes.

Lolin.

Anónimo dijo...

Has sido felicidad para muchos desde el mismo día de tu concepción. Te recuerdo en la panza de tu madre, no olvido la felicidad que irradiaba aquel verano.

Tampoco olvido la felicidad de tu nacimiento, tan esperado. Todos los hijos la provocan pero tú de manera especial.

Estás viviendo lo más duro que a tu edad te puede deparar la vida, lo se por propia experiencia. Pero has de saber que esa misma vida empieza cada día, aunque a veces cueste mucho vivirla.

No te exijas, no te agobies, no te dejes presionar ni te condiciones por lo que los demás digan o esperen de ti.

Estamos todos ahí para ayudarte, para sostenerte, para consolarte, para andar contigo y a tu lado el camino de la vida, a veces llano, fácil, perfecto; otras empinado y tan difícil que la rabia te corroe.

Por ser quien eres tienes y tendrás siempre un lugar de honor en mi corazón, exactamente al lado del que ocupa tu madre y que jamás quedará vacio.

Quisiera aliviar tu sufrimiento, que también es el mío. Siente el abrazo fuerte que te envío.

Rox

Anónimo dijo...

No creo que sea esperar lo que hace, no lo sé...
Algunas veces me gustaría poder acercarme más a ella, conocerla, hablar. Entiendo que quiza a ella no le apetezca ahora, o nunca, jejeje, quien sabe! Pero como bien han dicho José y Toñi, no hay que forzar las cosas ni a las personas.
Hace poco aprendí algunas cosas sobre la "espera" y si más adelante encuentro la manera de saber expresarlo lo diré, he intentado escribirlo y al leerlo entiendo que puede malinterpretarse. Bueno, que me lío sola.
A Lucía solo decirle que un abrazo enorme y un besazo.

PD. yo me quedo con la de Serrat.


Carmencica del Mar...