01 junio 2010


Lo vi por primera vez el miércoles o el jueves de la semana pasada. Estaba solo, agachado, con la mirada perdida, y se cobijaba en una pequeña entrada del Edificio de la Consejería de Hacienda, junto a la Delegación del Gobierno. El viernes lo volví a ver. Estaba en la misma postura, solo, los mismos ojos de loco, agachado y mirando fijamente al suelo. Como comenzaba el chaparrón del día, aproveché para cobijarme en el mismo sitio y saludarlo -la verdad es que pensé fotografiarlo-. Me respondió esquivo; entonces le pregunté cómo estaba: "bien", dijo, y seguía mirando al suelo pero apartándose de mi. ¿Necesitas dinero, quieres dinero?: "no, no pasa el tiempo" -o algo relativo al tiempo creí entender que decía-. Me fui de allí inmediatamente, un poco asustado y, sobre todo, espantado conmigo mismo. Ante ese drama, sólo me salía cierta generosidad y alguna foto. Estamos enfermos, nosotros somos los enfermos.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

"Espantado conmigo mismo...".
¿Que es lo que realmente nos asusta?.
La humillación.
La equivocación.
La experiencia humana.
Tenemos miedo a confiar en la verdad.
Tenemos miedo a amar en un mundo imperfecto.

Anónimo dijo...

...."espantado conmigo mismo..."
¿Que es lo que realmente nos asusta?.
Tememos a la humillación.
Tememos a la equivocación.
Tememos que si nuestro saber accede a nuestra experiencia humana pueda desaparecer.
Tenemos miedo de confiar en la verdad.
Tenemos miedo a amar en un mundo imperfecto.

Juan Ballester dijo...

No, tenemos miedo a mirar el drama humano a distancia, a encuadrarlo como tema, como un gran tema social y humano, pero como tema; tenemos miedo a compadecernos -desde nuestra seguridad y nuestra distancia- para sentirnos humanos, tenemos miedo a no ser capaces de abandonarlo todo por ese hombre que sufre y que ya ni mira. Es miedo a la realidad cruel de la vida. Fue asco hacia mi por haber pensado en algún momento que aquello que tenía delante podía ser una "foto". ¿no me entiendes?

Anónimo dijo...

Hacer una foto , a veces, es algo valiente porque haces ver que existe y que es algo más, alguien más , no es solo algo que pasa inadvertido en el sucio paisaje de cada ciudad. Hay que estar muy preparado para poder abrir lo que tenemos y no tener miedo que alguien desconocido, pobre y sucio nos toque o este con nosotros, ya que eso nos podría quitar parte de nuestro bienestar, de nuestra intimidad.Pero en realidad vivir sin hacer algo por los seres que viven cerca de nosotros, no hay que irse a Africa, es muy triste.
Está bien que algo salte dentro cuando "ves" la miseria de la soledad.
Mónica B.

Anónimo dijo...

La fotografia es una excusa que tu mismo te impones para acercarte a determinadas cosas, que posiblemente no harías si no tuvieras ese objetivo en la mano...

Anónimo dijo...

Yo creo que no hace falta la foto para ser consciente de las miserias, de la soledad,de la falta de humanidad a la que poco a poco vamos entrando,y por las prisas,por los problemas que cada uno cargamos sobre nuestros hombros,o simplemente por no querer ver algo que en el fondo sabemos que nos daña,caminamos más deprisa.¿Cuantas personas entran y salen todos los dias por esas puertas?,¿tu crees que muchos se interesan?.Que pena.

Man dijo...

¿El objetivo de una máquina fotográfica? ¿El punto de mira de una pistola? ¿Qué más da? Le robamos la imagen de su miedo y luego le añadimos unas palabras bonitas y hacemos bella figura. Él se quedó con su miedo porque el miedo era suyo.
Del miedo de ese hombre que cada uno cargue con las culpas de sus demagogias y no mire para otro lado.
Yo ya cargo con la mía.

Anónimo dijo...

Yo creo que si te he entendido J.B. Y aunque tu primera intención fue hacer la foto, la excusa sirvió para simplemente relacionarte, interesarte, lo mismo el tipo no fue muy receptivo, pero eso es lo de menos...

Carmencica del Mar Menor.