16 julio 2010


Se impone; por inercia, por costumbre, pero este rincón se impone como destino en muy pocos días. Y como todos los destinos veraniegos, nos ofrece sus encantos, sus "trampas", aunque en el fondo sabemos -como Kavafis- que la ciudad va con uno, que la línea del horizonte puede, a veces, ser la hermosa tapia de nuestra cárcel.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Mas quisieran muchos volver a un sitio de siempre como este. Ojalá muchos no lo conozcan. Su tranquilidad, (de momento) te permite salir de ti unos metros alrededor.

Jose.

Anónimo dijo...

"No el ansia de color exótico, ni el afán de necesarias novedades. La que viaja, siempre que viajo, es mi alma, entre las almas."

"En la tarde total, por ejemplo, lo que da la belleza es el latido íntimo de la caída idéntica, no el variado espectáculo externo; la exactitud del latido."

Diario de poeta y mar. J.R. Jimenez

Anónimo dijo...

¡Anda y tócate! No me joas.

Anónimo dijo...

Pues lo que tienes que hacer es desconectar,pero de verdad,y disfrutar de nuestro mar menor,de Piluca(se lo merece un monton,por como te aguanta)de Julia y de toda tu familia.

Anónimo dijo...

Un besazo a todos desde Bruselas!
Esta madrugada nos vamos a Rotterdam, y por la tarde de mañana iremos a Amsterdam! Todo va muy bien, aunque con mucho fresquiviri!!
Un gran besooo!!!!!

Lucía!

Juan Ballester dijo...

Lucía, qué alegría saber de ti. Los museos eh?

Juan