07 febrero 2011

Casi nadie de los que allí estábamos habíamos leído a Miguel Hernández, pero la casa del poeta en Orihuela estaba llena de gente. Jamás he visto tantas mentiras solapadas y tanto lugar común.

2 comentarios:

TOÑI dijo...

Hoy debo estar algo espesa,no te entiendo,¿cual es el motivo de no leer a Miguel H?.Que son las mentiras solapadas?.Lo unico que tengo claro es que me gusta el espejo y su reflejo,el cesto de la mesa de pena.

Juan Ballester dijo...

Yo, excepto algún que otro poema, en realidad no he leído a Miguel Hernández como creo que se debe leer a quie te interesa, o sea, a fondo y con pasión. Me resulta antipática la justificación política de una obra, sea de Miguel Hernández o de Leopoldo Panero.
Mentiras solapadas son esas verdades a medias que van quedando como verdades absolutas con el paso del tiempo y terminan haciendo como una alcachofa de esa vida.
La casa entera, los muebles, la puesta en escena, todo, todo, una gran mentira más.