27 noviembre 2011



Desde que Luci me "riñera" por poner en el blog mis tesoros encontrados durante los paseos por el monte, no había vuelto a poner ninguno. Bueno, aunque no tienen el mismo "valor" que aquellos, estos tampoco los podemos despreciar. El de abajo, una especie de ovillo aplastado de alambre, a la manera de Giacometti, le habría encantado a mi tío Mariano Ballester.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La aydué, para que, con la silla de ruedas, pudiera ver esos tesoros tuyos. Qué cara puso!



Lucía.