13 abril 2012

Cristo muerto en un ataud trasparente durante la procesión del Jueves Santo en Madrigal de La Vera. Han pasado dos mil años y aún sigue representándose el dolor que produjo su muerte. Sin embargo, al no haber contacto directo con el hombre, y sí con su imagen y su palabra, ese dolor se ha matizado y convertido en una metáfora del dolor universal: Hay silencio, oscuridad, seriedad, puesta en escena, atrezzo, hay hasta verdadera vocación de dolor, pero falta el llanto, el desgarro, la incomprensión, el miedo. Y todo resulta como si estuviésemos ante la carcasa de un insecto muerto.

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