30 diciembre 2012

Paseando por el centro comercial de la ciudad veo colgados en una oficina unos cuadros de José María Párraga. Y me acuerdo de él, lógicamente, pero me voy del lugar pensando en qué papel tiene hoy la pintura, en si más allá de servir como objetos decorativos, o de simple ostentación por parte de sus dueños, alguien la mira de verdad, es decir, alguien de nosotros percibe su sentido último, o simplemente si existe ya en el ser humano la capacidad de percibir el sentimiento pictórico.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Semos mu cenutrios, amigo Juan y así nos encontramos mu bien