Paseando por el centro comercial de la ciudad veo colgados en una oficina unos cuadros de José María Párraga. Y me acuerdo de él, lógicamente, pero me voy del lugar pensando en qué papel tiene hoy la pintura, en si más allá de servir como objetos decorativos, o de simple ostentación por parte de sus dueños, alguien la mira de verdad, es decir, alguien de nosotros percibe su sentido último, o simplemente si existe ya en el ser humano la capacidad de percibir el sentimiento pictórico.
1 comentario:
Semos mu cenutrios, amigo Juan y así nos encontramos mu bien
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