Y ellos pensarán: ¿qué hace éste; para qué nos fotografía?, sin sospechar en esos momentos que el destinatario último de esa acción eres tu. De repente, sin saber muy bien por qué, quiero que veas lo que yo veo; pero Ángel, de aquel momento sólo puedo enseñarte lo que el objetivo de la cámara permitía, mientras que de mí sólo te queda esa elección y a lo sumo una impotencia.
1 comentario:
Hoy no los quiero
Ángel
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