15 enero 2013

La miro continuamente, me embeleso, la analizo, me recreo en cada gesto suyo, en cada palabra, en cada movimiento de sus manos; me tiene enamorado y estoy siempre obsesionado por verla. Con ella me sucede que todo se vuelve más tangible, más nítido, como si uno pudiese recrear a cámara lenta la maravilla de sentirse padre, a estas alturas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Para que tú veas como no estas cada vez más solo, unos se van pero llegan otros, no a ocupar su sitio pero si para que la vida pueda seguir, si no fuera por esto sería insoportable.

Anónimo dijo...

No, no lo está porque otros nos hemos incorporado

Anónimo dijo...

Y otros huyen en vida