27 enero 2013

Pues nada importante, sólo un amanecer más, un efímero amanecer cualquiera, pero hoy este amanecer se ha convertido, para mi, en el amanecer esperado, en ese amanecer que uno presiente como propio. Y no porque esperes facilidades o felicidades, sino porque esperas superar tus propias miserias.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Las tienes?

Anónimo dijo...

No caben en un amanecer

Celia dijo...

Las tenemos todos,de algunas miserias somos conscientes,otras las proyectamos en la gente como si fueran suyas y hay otras que no diríamos nunca que son nuestras...y también forman parte de nosotros.Nos haríamos más fácil la vida aceptándolas e integrándolas...pero que pasa con nuestra luz,la aceptamos?la vemos en nosotros mismos?y cuando la vemos lo hacemos neuróticamente o de una manera sana y natural?
El secreto es aceptar,esa es la superación...las miserias seguirán....nos hacen humanos.

Anónimo dijo...

Aceptarlas no es superlas, ¿supera el maltratador su enfermedad por el hecho de reconocerla?hacen falta mas cosas.
Aceptarlas sólo, te puede llevar incluso al conformismo