29 octubre 2013

Ayer aparecía este cartel -masivamente distribuido- en torno a la Ciudad de la Justicia. Y uno ya no sabe a quién compadecer, si a Juan o a Javier; el caso es que ahí están acreedor y deudor unidos en un cartel y en un destino, dándole sentido a la Ciudad de la Justicia y al mismo tiempo recordándonos de nuevo alguna variante de la orgullosa y loable condición humana. 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Lax suena a Laxo, a sueltecico, pero el tal Juan, parece que no suelta. Por cierto, para cuando una colecta para encargar unos geranios y unas maticas decentes para este entorno......está horroroso.

Jose

Anónimo dijo...

Al contrario Juan, es una justicia paralela a la que hay detrás, en la que me temo que el acreedor no debe confiar mucho cuando ha recurrido a estos medios.
cm
PD: ahh y no hace falta una colecta para el arreglo, sólo distribuir los recursos de manera eficiente, como en otras muchas parcelas de la Administración

Juan Ballester dijo...

Me imagino que hay varios tipos de justicia, pero en estos casos siempre suelo pensar desde las dos ópticas posibles. Ecléctico que es uno en estas cuestiones sobre el dolo y la culpa.