10 octubre 2013

Manuel Avellaneda con Ramón Gaya junto al Reguerón. Abril de 1989. Foto: JB


Permanencia de Manuel Avellaneda

Cielo y tierra, sol y matorrales; algunas aves
esfumándose en su vuelo, sin un alma en torno.
Este paisaje "atormentado", estas escenas del mar,
y todo ello pintado en actividad casi frenética
(la sensualidad adentro, disimulada), nos traen
a la realidad lo que parece y no es leyenda.
A lomos de una mula adornada con cascabeles
y arreos de colores, que le lleva lenta pero alegre
por el país donde los suyos volaban sobre belicosos
corceles, él, Aben-Hamet* ha vuelto. Jamás su espíritu
nos abandonó; ni a este mar o a la tierra esta.

Soren Peñalver

* Chateaubriand: Les Aventures du dernier Abencérrage

Con motivo de la exposición de Manuel Avellaneda en el Museo Ramón Gaya.

3 comentarios:

Man dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Man dijo...

Blogger Man dijo...
No debe pasar, sin ningún pobre comentario, esta entrada propuesta en MU.
¿Cuatro grandes murcianos constreñidos en tan poco espacio, como cuatro joyas en un joyero... y no merecen ningún comentario...?
Quizá tengan que volver a cabalgar otros cuatro jinetes montados en sus cuatro briosos corceles abencerrajes: en un caballo blanco, el primero; otro en uno rojo; el tercero en uno negro, y en uno bayo el cuarto. Quizá tengan que volver, digo, para patear tanta ordinariez y procacidad y restaurar el reino del buen gusto y la cultura, porque, por lo visto, con uno sólo no basta.
No debe pasar sin dejar ningún pobre comentario esta entrada propuesta por MU, por eso aquí dejo el mío:

Bien por este reconocimiento a Manuel Avellaneda en "Avellaneda: pequeño formato" tributado por el Museo de Ramón Gaya.

Bien por nuestro Ramón Gaya que acoge en su museo este reconocimiento al pintor y al amigo.

Bien por esta fotografía de JB que une a estos dos hombres en su entorno natural.

Bien por Soren Peñalver por ese precioso poema que, como la fruta hermosa, no está al alcance de las zorras.

Bien por Murcia Útil. Muy bien.

Juan Ballester dijo...

Gracias por lo que me toca, Man