Era un siete de noviembre como hoy y tenía cita con el especialista para saber los resultados de un análisis. Y de repente el mundo se te cae encima; de repente, como si fuese un portazo inesperado, se te cierra en tu mente la sensación de ser infinito de una forma inapelable y adquieres conciencia tangible de tu efímera naturaleza. Es verdad que a partir de ese siete de noviembre, y tras ciertos cambios, comienzas a vivir de nuevo con aires nuevos, luces nuevas, nuevas sensaciones, pero ya siempre sabiéndote de prestado.
2 comentarios:
Juan, que repelús da esta foto.
Jose
Jose, como la vida misma, te lo digo yo.
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