07 noviembre 2013

Era un siete de noviembre como hoy y tenía cita con el especialista para saber los resultados de un análisis. Y de repente el mundo se te cae encima; de repente, como si fuese un portazo inesperado, se te cierra en tu mente la sensación de ser infinito de una forma inapelable y adquieres conciencia tangible de tu efímera naturaleza. Es verdad que a partir de ese siete de noviembre, y tras ciertos cambios, comienzas a vivir de nuevo con aires nuevos, luces nuevas, nuevas sensaciones, pero ya siempre sabiéndote de prestado.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Juan, que repelús da esta foto.

Jose

Juan Ballester dijo...

Jose, como la vida misma, te lo digo yo.