01 julio 2014

A veces la realidad no está en lo que se ve -o lo que se oye, se huele, se gusta o se palpa-, sino en lo que uno se imagina. Pero lo imaginado nunca es una novedad, sino que inevitablemente viene de una experiencia propia, de ahí que nada exista en mi que no haya existido antes de mi, desde siempre. O sea, que la realidad no es lo que veo, sino lo que siento ver y reconozco.

(A propósito de un elefante que Gonzalo veía sobre el muro del jardín provocado por las sobras de unas mesas)

No hay comentarios: