Siempre me ha llamado la atención esa gente que tan alegremente y sin complejos muestra orgullosa la raja del culo. Se trata de una especie de desnudez declarada y valiente, sin miedos, casi de un alarde, típico de hombres y mujeres -más de hombres- que son felices y nada ni nadie los condiciona, que se plantan una noche de viernes delante de un helado con tres bolas extragandes y no necesitan a nadie más para ver el cielo, o lo que haga falta.
1 comentario:
Buenos días.
Una forma de felicidad como otra cualquiera.
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