26 mayo 2017


Y claro, casi con toda seguridad que Ana Delgado acompañará hoy a su marido en ese viaje hacia la nada que es la muerte. Ni siquiera su imagen pudo retenerla en el tiempo, porque una fotografía no es otra cosa más que un nuevo cadáver: frío, inmóvil, quieto, eternamente quieto y sin alma.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenos días.

Buen reportaje le hiciste.