25 abril 2018

Habrá de todo y, posiblemente, mi visión sobre ellos sea parcial, incompleta o simplemente condicionada por mi educación urbana, pero al huertano de Murcia siempre lo he encontrado muy desconfiado y con unas maneras que mezclan la timidez con la agresividad, la seguridad con la ternura. Muestran también -y esto me llama mucho la atención- un enorme desinterés por la estética, por la belleza de su propio entorno, prefiriendo el lado práctico de la vida y una continua apariencia de provisionalidad, seguramente heredada de sus antepasados árabes.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Por su limitada formación --a menudo debido al abandono educativo por otras necesidades tempranas-- muchos carecen de pensamiento abstracto, son discapacitados en tal sentido: no podrán entender nunca una metáfora ni el sentido de la estética, p.ej. Y esa agresividad es una máscara de su inseguridad.

Anónimo dijo...

Buenas tardes.

Esteban Linares dijo...

Y aún más, sin voluntad de crecer; de superar; en definitiva, de mejorar.