El viernes pasado estuve por el centro de Madrid y vi que en la sede del PP de Génova han puesto una enorme bandera de España que cubre prácticamente todo el edificio. Ni que decir tiene que el tema ha sido debatido ampliamente entre mi círculo familiar y que el acto patriótico no ha salido muy bien parado al ser considerado, no solo una especie de apropiación indebida de un símbolo nacional, sino también como una burda manipulación de ese sentimiento relacionándolo con las actividades o filosofía de ese partido. Pues bien, me siento tan necesitado de identidad nacional sin complejos, que a mi me encantó ver esa bandera allí puesta. Como me habría gustado verla en la sede de Podemos o de la misma "Generalidad de Cataluña". Y el caso es que uno se siente español, no porque excluya a otros, sino porque ama a los demás, porque sentirte con identidad no es más que ponerle un nombre a tu vida y tus sentimientos. Otra cosa es no querer compartirlos y mezclarlos.
1 comentario:
Buenas tardes.
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