Julia, mi Julia, que se me va...

Sí, después de haber sido deshidratado se queda así.

En el taller de Flippy.

María del Mar y Pedro, dos alumnos del curso de fotografía que actualmente imparto en el Casino de Murcia, durante la visita que hicimos el jueves pasado al taller del escultor Flippy. Y mucha gente sabe de mi decepción con la imagen cuando de convertirla en creación se trata, pero como objetivo vital, como forma de expresión relacionada con lo que se vive -y, por consiguiente con lo que se ve-, es inigualable, creo.

¿Y si dejáramos todos de pensar y nos dedicáramos a vivir?

Un instante, un pequeño gesto, uno de esos movimientos automatizados que solemos hacer de una forma inconsciente, lo es todo, todo está en él: nuestra forma de ser, nuestra historia, nuestra realidad, nuestra identidad...; pero todo esto no solo está en la vida del que lo produce, sino que también lo es en la vida del que lo ve.

Sí, que la vida se esfuma en la espera, mejor no esperar. Que se lo digan a los que no hace mucho miraban este paisaje.

José Miguel García Cano explicando la decoración de uno de los platos griegos encontrados en una tumba ibera de Coimbra del Barranco Ancho (Museo Arqueológico de Jumilla). Un lugar de visita imprescindible.

Y resultaron ser los personajes de un cuento que hace mucho tiempo me quedé sin oír.

Ayer, invitados por los hermanos arqueólogos Julio y José Miguel García Cano, pisamos de nuevo el asentamiento ibero de Coimbra del Barranco Ancho (Jumilla), que es tanto como volver a pisar un tiempo en el que comenzábamos a ser las gentes de esta tierra.

Quizá amar solo consista en ir quitando capas hasta llegar a encontrar que el otro eres tu. En la foto mi amigo Iván, el búlgaro pedigüeño que merodea por la catedral.

Pues no hay tanta diferencia; solo nos separa un segundo.

En el 2010 fotografié este graffiti en un derribo del Barrio del Carmen de Murcia. Indudablemente no era un Banksy -o sí, ¡vaya usted a saber!-, pero lo cierto es que el constructor que construyó la casa en ese lugar perdió dinero -o dejó de ganar- por un tubo. Solo tenía que haber llamado a Sotheby's y haber montado el espectáculo informativo, porque algún paleto con muchísimo dinero -antiguos snobs- habría caído.

Y claro, a ver quién habla delante de una persona con este aspecto.

(Manifestación ultra por la unidad de España. 12 de octubre de 2018).

Se ven y se oyen unas cosas que, inevitablemente, te hacen retroceder en el tiempo, como si no hubiésemos adelantado un paso, como si no tuviésemos capacidad para conservar lo conseguido, como si nos faltase la suficiente fe en nosotros mismos, como si todo lo hecho hasta ahora hubiese sido una gran mentira colectiva. Y me niego a buscar culpables, porque si es que existen, están dentro de cada uno de los españoles.

Luci, porque siempre seguirá con nosotros.

El pintor Alejandro Franco de camino hacia su exposición "Naturalezas".

La chorisia de Patiño, un árbol que sabe mucho ya.

El poeta, el ser humano excepcional, el hombre bueno y sensible, el amigo de siempre y para siempre..., Ibrahim Karím intentando sobrevivir otra vez. Es su sino, el sino de los hombres sensibles y desafortunados.

Si esto no fuera un Banski, sería una mierda enmarcada por un hortera. Pero es que, si esta mierda no se hubiera auto-destruido, hoy nadie hablaría de ella, ni de las subastas, ni del millón y pico de euros, ni de arte supercontemporáneo...; sin embargo es un Banski auténtico, vale lo que se paga -o dicen que se paga- por él y representa el tiempo oficial del arte actual. Quizá el auténtico arte -ese que generaba obras y no ideas y ocurrencias- se haya retraído de nuevo al fondo de las cuevas, como decía Gaya.

Es un genio. Va vestido como de viajero guay. En su caminar tranquilo por la ciudad escoge perfectamente a sus "víctimas", se acerca decidido y cuando lo miran, gira su cabeza hacia otro lado. En ese tiempo les ha pedido una ayuda para volver a su casa. Inmediatamente, antes de que las víctimas reaccionen, les dice: son las primeras personas que no me miran mal. Ahí te ablandas y le das un euro. Cuando lo tiene en su poder, te pide otro porque es lo que le falta... A mi me sacó el primero solo, pero he visto caer con el segundo a montones. Un genio.

Miradas que hablan, palabras ciegas..., en esas nos movemos mientras nos reconocemos.

Aquella mítica noche del día dos de febrero de 2010 en Tlacotalpan (México).

Juan Pascoe cantando El Perro en una noche de Tlacotalpam. Más sentimiento, imposible.

Vicente, el gran Vicente, el amigo Vicente, el generoso, el moderado, el inteligente, el eterno... Vicente Martínez Gadea.

En realidad ¿somos distintos? Quiero decir, ese sentimiento de identidad única, de ser yo -y no otro- ¿en qué está basado? ¿de dónde surge?

Tomás Segovia leyendo en su casa de Blanca. 1994. Foto: JB

ESE LUGAR

De ese lugar no me he ido nunca
Quiero decir que va siempre a mi lado
Aunque yo tantas veces no vuelva allá los ojos
Quiero decir que siempre puedo
Volver al sitio desde el que se ve
Abrirse al tiempo como un claro abrazo
Un tiempo que no escapa sino que nos llega
Y se ensancha al romper en nuestras playas
Y no es que el mundo nazca cada día
Es que todo es nacer
Ese lugar donde entre yo y la vida
No hay sino entendimiento natural
Ese lugar fue siempre mío
Y me basta arrumbar por un rato mis quejas
Para volver a estar en el comienzo
Porque olvidé decir
Que ese lugar será siempre un comienzo.

Tomás Segovia
De "Rastreos y otros poemas" Edt. Pre-Textos.

El próximo jueves, día 4 de octubre, Alejandro Franco inaugura a las ocho de la tarde en el Museo de Bellas Artes de Murcia su exposición "Naturalezas".