Parece que fue ayer cuando acompañábamos a Ibrahim para reencontrarse con sus padres en Oujda. Por entonces era un joven recién llegado a España, acababa de obtener su permiso de trabajo y su única meta era progresar y ser feliz. Ayer por la mañana, cuando le hice estas fotos, solo deseaba recuperar cuanto antes su documentación robada para volverse a su país, aunque fuese arrastrando consigo los sueños rotos y el fracaso de su vida.
1 comentario:
Buenos días.
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