Y claro, fue tanto el desconcierto provocado por la fijación de una imagen, que muy pronto el hombre -léase mujer- perdió su referencia más vital dentro de la creación: La realidad. Pero perder la realidad como referencia de la creación iba a ser más grave de lo que se creía en un primer momento; perder esa referencia abría el arte a la abstracción, al pensamiento, al intelecto, al relato como justificación..., y de ahí al camelo, a las ocurrencias, a la originalidad, al esperpento, al negocio... Y así llevamos más de un siglo. ¡¡Y lo que nos queda!!
1 comentario:
Buenas tardes.
Eso que viene llamándose arte moderno.
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