21 mayo 2019

Los estuve observando un momento y realmente se les veía venir, quiero decir que hasta podía uno adivinar sus futuras profesiones, las vidas que iban a tener o los comportamientos que iban a adoptar en su próxima madurez. Es tanta la carga genética que llevamos, que hasta una infantil patada a un amigo estaba ya programada. Solo es cuestión de observar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenos días.

Pedro López dijo...

Carga genética llevamos, qué duda cabe. Pero la carga del entorno, el familiar y el social y el económico, muchas veces se convierte en un lastre infranqueable, definitivo. No sé qué pesa más en los comportamientos individuales y colectivos de un ser humano. Esta foto es otro de tus "instantes decisivos".