27 enero 2020

En realidad -y los saben quienes me conocen-, no me siento fotógrafo, me siento pintor, solo que un pintor que nació sin facultades, sin habilidades, acaso, incluso, sin vocación. Pero bueno, como en una ocasión lo intenté, esto es lo que me salió. Ni que decir tiene que estaba acompañando a Pedro Serna y que, claro, intentaba imitarlo a toda costa. En cualquier caso, algo descubrí: que para pintar hay que nacer. Y no es mi caso.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenos días.

En los certámenes de por ahí hay premios de "pintura" mucho peores.