El misterio se acrecienta con el paso del tiempo. Del estupor, o del miedo, se va pasando poco a poco a la incredulidad; y es que cuanto más se aproxima el momento, menos se entiende la vida, menos pesa el ritmo que la sustenta... Se habla de la obra que dejamos, pero ¿dónde quedó el niño que la soñaba?
1 comentario:
Buenos días.
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