Retrato de joven, de Rafael Tegeo.
Aunque solo fuese para conocer algunos cuadros provenientes de colecciones privadas, creo que mereció la pena el viaje a Caravaca para ver la exposición sobre Rafael Tegeo, una muestra vendida -a nuestro parecer- con mucho ruido y pocas nueces, pero que, como decíamos, valió la pena por descubrir un magnífico Retrato de joven o para volver a ver su Virgen del jilguero. Después, acaso por haber vencido nuestros propios prejuicios, el mektub nos recompensaría con un inolvidable atardecer caravaqueño.
1 comentario:
Buenos días.
Casi siempre es agradable ir a Caravaca.
Publicar un comentario