A veces sucede que la ciudad, tu ciudad, te enamora. De repente descubres, o mejor sientes, que en ese ámbito estás cómodo, feliz, natural. Esta mañana he tenido esa sensación. En ese momento de la imagen, con el sol "circulando" por una de las calles, con gentes que se movían pausadamente, con un eco lejano de sonidos y voces, de repente he sentido felicidad y armonía. Y ahora, en casa y rememorando lo vivido, dudo de si todo eso sucedía allí, o realmente sucedía en mi interior, dudo de si el sol, las gentes y los ecos sólo circulaban por mi ilusionado interior.
3 comentarios:
ullu yuiiii, el juan se nos enamora!!!!!!!!!
¿No te parece que ya eres demasiado mayorcito para tanta blandenguería y tanta mariconada?
Pues la verdad es que no, porque además de blandito, soy maricón
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