31 marzo 2008

13 AÑOS


A las nueve en punto de la noche de un día como hoy de hace ya trece años, un certero rayo le cerró los ojos para siempre. Miraba la televisión mientras saboreaba una onza de chocolate; seguramente su pensamiento divagaba en esa especie de poblada ingravidez en la que suele disolverse la realidad, pero lo cierto es que en una milésima de segundo, y sin piedad, sin prórroga alguna, la muerte lo borró de su tiempo. Cuando aquellos ojos azules se cerraron, los de Antonio, Isa, Juan, Paco, Jose y Mónica comenzaron a sentir la certeza de esa muerte y, por tanto, la agridulce sensación de estar vivos y solos en el mundo.


7 comentarios:

Anónimo dijo...

Y más aún la certeza clara de saber lo que es la orfandad.
Hoy me he levantado triste, no sé si de lunes o de recuerdo de mi padre o porque símplemente me he levantado triste;lo que si que sé es que cuando pierdes a tus padres vives con un conocimiento distinto la vida. Tendrá que ser así.
Un beso hermanos.
Mónica.

Anónimo dijo...

Como te pareces a tu padre Juan. Cuando se mueren los padres además de la pena y la tristeza profunda, te invade un sentimiento extraño porque es nuevo y desconocido: indefensión, desprotección y desamapro. Miras hacia atrás y ya nadie te guarda las espaldas, ya nadie te protege.....
Tristres días estos aniversarios.

Anónimo dijo...

No solo se parece a su padre Juan. Tengo la inmensa suerte de haber nacido en una familia donde todos nos queremos profundamente.En esta familia, como ya ha mencionado Juan, somos 6,cada uno llevamos dentro algo de Él y de mi gran madre. Dicen que uno no muere de verdad hasta que deja de estar en la memoria de los que lo amaron. Mi padre, se positivamente, no solo está en la memoria de sus hijos, sino de montones de personas que aún después de tantos años, me paran y me dicen, ¡que grande fue tu padre!. A mi, no hace falta mucho para que se me vidrien los ojos, pero es que tu, papa, tu......
Jose.

Anónimo dijo...

No tengo el placer de conocerte Jose, ni a ninguno de tus otros hermanos excepto a Juan. Dice Serrat "a menudo los hijos se nos parecen y así nos dan la primera satisfacción..." pero no cuenta la satisfacción de los hijos por parecerse a padres y madres que valen la pena y que imprimen un sello en sus hijos que alla donde van se percibe. En mi familia también pasa, somos cuatro hermanos, ya estamos solos hace mucho tiempo, pero siempre nos dicen que llevamos el "sello" de mi padre. Y eso nos llena de orgullo y satisfacción. Estoy contigo en lo que dices que uno no muere de verdad mientras está en la memoria de quienes le amaron, sigue viviendo de una manera muy dulce,hasta en los recuerdos que se van construyendo para los que llegan a la familia y al entorno cuando ellos ya se fueron. Mi madre no conoció a ninguno de sus nietos pero ellos saben como era, lo que decía, sus frases especiales, han probado sus comidas y sabores a través de nosotros, serán depositarios de sus cosas personales que guardamos con tanto amor, y ellos las apreciarán de igual manera....
Que melancólica me he puesto...
Espero conocerte algún día Jose, cuando vuelva por Murcia, es que yo vivo lejos..sabes?

Anónimo dijo...

Y cuando esos ojos azules se cerraron, los ojos de Lucia se abrieron, se abrieron con tanta fuerza que con ellos quiso mirar donde estaba y desde eso momento su único afan fué volver a su lado, ¡hasta que lo consiguío ...!, tardó un año, ella me decia..."..un año ya y yo aún aqui...", ¿donde quieres estar? le decia, ¡con el..!, ¡no ves que me está esperando como un novio nervioso...!, por eso su despedida fue con flores blancas, de boda, que fuerza tiene el amor...
Isa

Anónimo dijo...

se me han saltado las lágrimas! un beso grande a todos...a los abuelos también
julia

Anónimo dijo...

Esa noche intenté reanimarlo, y en el boca a boca me llevé parte de él. Todavía la conservo.
Paco Ballester.