17 junio 2008

ES LO QUE NO PARECE


Lo importante no es el estilo, ni la cáscara; lo importante son otras cosas que cada cual deberá buscar y encontrar.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

A mi me parece que tu y los sofás teneis algo que no es una fijación, es algo que va mas allá. Tambien me parece un buen lugar para que Man descanse sus berrinches como se dice por aquí y sea cuidadico como él se merece, le traigan su tacica de café y una banquetica para poner los pies en alto. Esa banqueta se llama Murciaútil y sirve además de para poner los pies en alto, para dejar que por debajo corran los ratones sin poner cuidado en que se nos suban por las patillas.Eso si, hacen unas cosquillas...

Jose.

Anónimo dijo...

Pues en mi modesta opinión, desde los "sofales" hasta las cosicas de comer, pasando por las personas humanas (o no), lo importante es el relleno. Un sofá bien relleno es más cómodo, ¿dónde va a parar?


Carmen.

Anónimo dijo...

Vanalicemos, después de los comentarios en el post anterior,...y a mi que me da que es un rato incómodo, amén de un poco hortera en su postmodernidad, jejeje.
(Tenía que hacer un pequeño lapsus)
BSSS
ELE

Anónimo dijo...

Este sofá, le vendría bien a la muñeca de mi nieta. Por cierto, se llama Lucia.

Anónimo dijo...

Yo veo un culo. Debe ser por mi mente algo más perversa que el resto de los escribientes.

Paco Ballester

Anónimo dijo...

JAJAJAJA, yo lo vi también, pero no queria decirlo para no engordar mi fama de enferma.



Carmen.

Anónimo dijo...

Gulliver comprendió que no había razón para prolongar más su estancia en aquel precioso reino de Lilliput. No podía evitar que los liliputienses estuvieran en continua guerra con sus vecinos de Efluscu ya que sus diferencias eran arduas e históricamente insalvables. La forma correcta de cómo cascar un huevo duro, si por el eje menor o por el eje mayor, no era una cuestión baladí, era una cuestión de estado y alta política, no como la de ahora.
Por otro lado, cada una de las comidas diarias de Gulliver equivalía al PIB de todo un año del reino de Lilliput y no era cuestión de arruinar completamente a estos amigos.
El rey también lo entendió así, pero antes de despedirse de Gulliver le hizo numerosos presentes y regalos, entre ellos el sofá que sacó fuera de su palacio para tener las entrevistas con aquél gigante.
Con el devenir de los tiempos, un año empujó a otro y las piezas se dispersaron. Por caprichosas razones del azar, este sofá apareció en la preciosa casa de muñecas de una niña llamada Lucía.
Hay también quienes dicen que en este sofá en donde el ligón Tenorio de la Barbi le soltó aquello de; ”Doña Balbi del alma mia…” pero no le creáis. ¿Qué saben los americanos de lo que es Zorrilla? Apenas si saben de indios y se los cargaron a todos….
Yo me inclino por la versión primera, porque verdaderamente esto no es lo que parece. Es lo que es.
Una ilusión.
Una fantasía.

Anónimo dijo...

De cuando MAn se pasó al lado oscuro del anonimato para escribir.....

Anónimo dijo...

a que sí, a que Man escribe pero no firma? si su personalidad es inconfundible y eso que solo llevo un par de semanas leyéndolo..
anda Man vuelve y dejate "el lado oscuro del anomimato"!!porfi!!