18 septiembre 2008

UN BESO MARIVÍ

No hace mucho nos decía que su Manolo la estaba reclamando, que llevaba mucho tiempo solo y sin ella. Esta tarde nuestra amiga Mariví se ha ido con él. Un beso y te vamos a echar mucho de menos.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Era una mujer inteligente y amable. Que Dios la tenga en su gloria.

Anónimo dijo...

He died.

Anónimo dijo...

Mariví: Te queremos mucho, muchísimo.
Otro beso.
Luci

Marikuki Lucas dijo...

Un beso para los que vais a echar de menos a Mariví.

Anónimo dijo...

Vuestra pena, la sentimos todos.Y tal vez la pena repartida sea menor.

Anónimo dijo...

Las palabras de Marivi son las mismas que dijo mama cuando necesitaba estar con papa,¡ la fuerza del amor!, por eso hay que hablar de la muerte como una entrada, no como una salida. El miedo a la muerte es el miedo a soltarse. Lo mismo que en la vida también en la muerte. Ella sabia que se acercaba al amor, por eso ha sido capaz de soltarse sabiendo que al hacerlo no habia ninguna pérdida. Cuando nos soltamos, nos liberamos, además, siempre nos esperan en ese paso, por eso tenemos que abandonar nuestro cuerpo con los brazos abiertos, para recibir el abrazo. Me imagino el abrazo de Manolo y no puedo dejar de sentir felicidad. Siempre nos queda esa parte humana que necesita consuelo, pero después de abrazarnos,sacar los pañuelos y consolarnos mutuamente, debemos saludar al alma que ha cumplido su cometido, brindar por el día que volvamos a verla y ocuparnos de nuestra vida. Adios, buen viaje Marivi, vete con Dios.
Isa Ballester

frandepatiño dijo...

La conocí hace unos años en la casa de los Vascos (¿se llama así?) y descubrí a parte de una mujer inteligente, una persona amable y muy dulce. En la esperanza de una vida eterna junto al Pintor, descansa en paz.

Anónimo dijo...

La echaré de menos.
No sé, todavía, muy bien por qué, pero siempre me ha recordado a mi abuela Fina, sin haberla conocido...
Mariví me transmitía un cariño especial, un cariño que no era normal, siendo yo, la hija de unos amigos, y no de su familia...
Siempre estaba alegre, mostrando una bella sonrisa, siempre, muy dulce. Y unos ojos que describían la palabra ''paz'', y no otra.
La echaré de menos, como echo de menos, también, a Manolo con su habitual ''pijo!'' y su puro en la mano.

Un beso para todos, pero uno más, mucho más, grande para Mariví y Manolo.

Luciíca.