

Ayer por la tarde estuve en el estudio de Pedro Serna viendo algunas de sus últimas acuarelas. No voy mucho, la verdad, acaso una vez al año, pero creo que a ambos nos gustan estas sesiones: a él porque -como le suede a todos los artistas-, necesita palpar en directo la "actitud" del que contempla lo que ha hecho, necesita "medir" unos determinados parámetros que sólo ellos conocen, y es en la distancia corta, en el cara a cara y sin escapatoria, donde pueden entresacar aquello que tanto ansían conocer después de haber terminado su obra. Y a mí porque más allá de la obra, del pan caliente de la obra, veo y vivo ese momento del artista donde se desprende de su criatura, donde, aún vacilante, la suelta al mundo para que inicie su incierto camino vital.
Todo lo demás, la puesta en escena suya y mía, los silencios, las miradas, los tiempos que se van acoplando a cada cosa, ciertas palabras de aprobación, el ámbito, la luz que resbala, todo, todo es también como un milagro.
Todo lo demás, la puesta en escena suya y mía, los silencios, las miradas, los tiempos que se van acoplando a cada cosa, ciertas palabras de aprobación, el ámbito, la luz que resbala, todo, todo es también como un milagro.
6 comentarios:
En la calle de Frutos Baeza, mas callejón que calle, había hacia la mitad, a su izquierda, según se va hacia la calle Sociedad, había digo un gran y antiguo caserón con aspiraciones de palacio que ya fue derruido y en su lugar colocaron algo abominable e innombrable.
Ese histórico edificio albergaba la Escuela Oficial de Comercio.
En este edificio por el año 1954 coincidimos y nos conocimos mi amigo (por ser amigo de infancias) Pedro Serna y yo. Allí coincidimos con otros queridos compañeros y estuvimos (yo 5 cursos y reválida) hasta 1960.
Pedro, con sus 10 u 11 añitos, ya era un magnífico dibujante. En un folio te dibujaba un ciervo que se salía. Y de vez en cuando una señoras, con mucho arte eso sí, que hacían nuestras delicias porque no conocíamos nada de la anatomía femenina mas allá de lo que se veía en el vestido (y en algunas tiendas de lencería, je je). Aquellos dibujos ya se cotizaban en el mercado “gris” de aquél santo lugar.
Es cierto que tuvimos grandes profesores que se esforzaban muchísimo en enseñarnos aquellas asignaturas, tan áridas para mí, como Economía; Derecho Mercantil; Historia Económica; Contabilidad Primeras Materias….(UF). Yo lo estudiaba por imposición paterna.
Allí, al terminar aquello, Pedro y yo, perdimos el contacto por un largo tiempo hasta que le vi en una exposición.
Mi alegría fue inmensa porque, aunque no conozca su historia intermedia, veo que los conocimientos que nos inculcaron nuestro doctor catedráticos no han devenido en hacer de Pedro Serna un triste y mequetrefe Solbes. Hubiese sido una lamentable desgracia desperdiciar, para la humanidad, un genio como suyo.
Bueno Pedro ya ves que sigo teniendo aquellos recuerdos de “semi-juventud”, y muchos más que no cabrían aquí. Que tu obra me encanta; que te veo estupendo en las fotos y… que te mando un abrazo chillao.
Manolo Mira
Man, le va a encantar a Pedro cuando lo lea, que sé que lo hace una vez por semana más o menos
Una, dos, tres... espera que sigo contando... siete, ocho, nueve... catorce, quince y dieciseis! Dieciseis líneas?!?!?! ¿Todo esto escrito por JB? ;)
Creo que es la primera vez que en este blog te leo A TI de una forma tan 'extensa'. todo, todo es también como un milagro... pues el milagro te ha sentao fenomenal.
Y cuando se obrará el milagro de poder asistir a su exposición?
¿ porqué blanco y negro las fotos? la acuarela es color.
Faustina
Creo que tiene una en Noviembre, a mediados de Noviembre en Chys. La acuarela es color, pero la fotografía es menos falsa en blanco y negro. Bueno, esto es muy largo, es de charla con café, copa y amigos...
Un beso Fausti
No me lo pienso perder ( la exposición). Y sí, tienes razón con la fotografía, lo que pasa es que me quedo con las ganas de vislumbrar el color en las acuarelas que se ven en la foto.
Faustina.
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