01 mayo 2009

ABRO LA VENTANA

Estación de autobuses de Úbeda

¿Convento, cárcel...? Desde luego "suena" a retención, a privación de libertad, voluntaria o involuntaria, pero esa luz que se cuela, libre y decidida, reconforta nuestra momentánea prisión.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

A mí me suena a una estúpida enemistad e ignorancia entre el hombre y la naturaleza. A esa manifiesta incapacidad de ciertos arquitectos que no saben conjugar el verbo “habitāre” (claro, ya no se estudia latín en el bachiller y hasta así nos luce el pelo).
La ventana parece que está proyectada solo por la necesidad de dotar de luz al recinto y nunca para unirnos a nuestro entorno natural.
Es como una agresión en la que es más lo que nos separa que lo que nos une. En una “prisión” un rayo de luz es al recuerdo de un sol como un canto de grillo es a un concierto. Todo relativizando. Renuncia de lo absoluto.
La buena arquitectura, hasta en lo más humilde, es la que sabe colocar los menos ladrillos posibles.
Rotundo suspenso

Man

Anónimo dijo...

Las ventanas son nuestros ojos, nuestra visión hacia fuera, por eso el interior de un edificio tiene que estar limpio, en armonia, en paz, esperando que esos ojos (ventanas) se abran y nos enseñen la luz, aunque a veces estemos necesitados de penumbra y silencio.
El espacio y la fotografia es muy bonita y lo único que refleja es el estado de ánimo del que la mira.

Anónimo dijo...

La fotografía es una mirada de un instante, el instante preciso en el que el dedo pulsa sobre una realidad que queda fijada para salvarla de lo fugaz.
Las ventanas siempre me han llamado la atención, como las cerraduras de las puertas, como los agujeros cortazarianos. Los huecos están para ser llenados. Que se lo digan a Giacometti.
Las ventanas, las puertas, comunican el lado de aquí con el lado de allá. Si están semiabiertas, si arrojan luz (como en tu fotografía), si inundan un espacio vacío que es una estación (en la que van y vienen viajeros de ninguna parte hacia ninguna parte), entonces sólo cabe pensar en una imagen de esperanza. Obviamente, todo lo esto no está reñido con la penumbra y el silencio...

I.M.