La esperanza debe fundarse sobre la verdad de nuestra fe.Quien cree,espera.Cuando tú quieres cambiar algo de tu vida,no vas a luchar contra ti mismo,sino contra algo que hay dentro de ti que no eres tú.Puede ser que con esta fe y esta esperanza,la sonrisa luminosa este pronto en su cara.
siempre hay que tener fé,en el mundo,en que algun dia te caiga la loteria,en tus semejantes.....(pero poca),NUNCA OFRECEN SORPRESAS,ante determinados imprevistos hay que tener fé y para aceptar finales no esperados MUCHA FE,ESO OS HARA MAS HUMANOS.
Tampoco yo soy creyente, y también me gustaría serlo más a menudo de lo que hubiese pensado meses atrás. A veces la sonrisa se desdibuja como las gotas de la lluvia que resbalan por el cristal, se desdibuya al mismo ritmo que brota la lágrima. ¿Qué se puede hacer para recuperarla? ¡Qué sé yo! Supongo que hay una fuerza dentro de nosotros que nos empuja, nos hace ir hacia un lugar, hacia una persona, hacia una historia, y no se puede parar. De esa fuerza nace la fe, o la esperanza, o el llanto, o la alegría. Es la vida. Somos humanos. Y hay que vivir en toda su intensidad los días de lluvia para gozar de los soleados. Fíjate: detrás del cristal, detrás de la lluvia, hay un cable de luz. Eso es la esperanza de la sonrisa en estado latente.
4 comentarios:
Empieza por iluminar la tuya, es el comienzo....
La esperanza debe fundarse sobre la verdad de nuestra fe.Quien cree,espera.Cuando tú quieres cambiar algo de tu vida,no vas a luchar contra ti mismo,sino contra algo que hay dentro de ti que no eres tú.Puede ser que con esta fe y esta esperanza,la sonrisa luminosa este pronto en su cara.
siempre hay que tener fé,en el mundo,en que algun dia te caiga la loteria,en tus semejantes.....(pero poca),NUNCA OFRECEN SORPRESAS,ante determinados imprevistos hay que tener fé y para aceptar finales no esperados MUCHA FE,ESO OS HARA MAS HUMANOS.
Tampoco yo soy creyente, y también me gustaría serlo más a menudo de lo que hubiese pensado meses atrás. A veces la sonrisa se desdibuja como las gotas de la lluvia que resbalan por el cristal, se desdibuya al mismo ritmo que brota la lágrima. ¿Qué se puede hacer para recuperarla? ¡Qué sé yo! Supongo que hay una fuerza dentro de nosotros que nos empuja, nos hace ir hacia un lugar, hacia una persona, hacia una historia, y no se puede parar. De esa fuerza nace la fe, o la esperanza, o el llanto, o la alegría. Es la vida. Somos humanos. Y hay que vivir en toda su intensidad los días de lluvia para gozar de los soleados. Fíjate: detrás del cristal, detrás de la lluvia, hay un cable de luz. Eso es la esperanza de la sonrisa en estado latente.
I.M.
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