12 septiembre 2009

NUEVAS EXPERIENCIA SENSORIALES


Ayer por la mañana, al ir a visitar en la galería Verónicas una exposición de mi tio Mariano Ballester -por cierto, con dos cuadros falsísimos-, veo que la puerta de la Iglesia de Verónicas está tapada con dos cortinas negras, cosa que inevitablemente me invita a entrar. Todo vacío, sólo al fondo unas luces que salen del suelo con una especie de ruido o zumbido continuo. Finalmente se completaba la muestra con un guardia municipal mirando fijamente al que se le ocurre entrar. Zahra -flor en árabe- es el título de lo que veía y cuyo responsable es el marroquí Younès Rahmoun (tetuán 1975).


Dicen que en este trabajo Younès Rahmoun utiliza por primera vez los colores como metáfora de lo inmaterial. Como ha señalado el artista "El punto rojo representa para mí el corazón -la fuente de los sentimientos y de las intenciones- y los colores representan los matices de lo que surge del corazón".



Nada más salir de esta "experiencia" me topo con una puerta de verja y unos folios a modo de tubos metidos entre sus huecos. Y esto es lo bueno que tiene entrar en estos espacios artísticos, pues cuando terminas, después todo te parece arte, o performance. Los discursos catastrofistas o negativos, sobran, sumémonos al festín y seamos moderadamente felices. Me voy al baño a crear mi diaria performance.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues eso, a darlo todo en el baño, pero con estilo, clase, nobleza y humanidad, mucha humanidad.