El primer día que la vi sentí un poco de asco pero, poco a poco, de tanto pasar por allí, la escena se me fue haciendo familiar y hasta perdió su carácter dramático. Una ardilla muerta sobre un lecho de flores de pino, pensé: ¿será macho o hembra? ¿cuántas veces se habrá apareado? ¿tendrá familia? ¿la echarán de menos?, y ya, algo más alejado de la escena, recordaba: "sobre un lecho de flores..." ¿existe el azar, o todo es destino?
Son las nueve menos algo, me voy a saludarla.
Son las nueve menos algo, me voy a saludarla.
2 comentarios:
Tiene cara de susto!!
Esto me da miedo y es condicion humana,que esto mismo que te pasa a ti con la ardilla,primero asco,no es nada agradable,pero solo por verla todos los dias te habitúas,des graciadamente esto nos pasa con demasiadas cosas a lo largo de nuestra vida.Yo creo en el destino.
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