COBIJO
Después de navegar con el rostro desnudo
Por los frescos torrentes del gran viento
Cuya límpida lengua nos llega tartamuda
Entrecortada por los hipos de allá
Me cobijo colmado
Con mi brazada fiel de inmensidad
En un hueco mortal hecho a mi escala
Y miro desde aquí con los ojos brillantes
A lo desmesurado que no me vio pasar
Pero verá por siempre ya que no me vio.
Tomás Segovia. Del libro: "Lo inmortal".
3 comentarios:
Un hola entre tantos adioses en este mes de mayo. Felicidades Tomás.
Jose
Felicidades señor. A veces es usted mi cobijo. Gracias.
Buenas tardes,un placer.
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