Y cuando menos te lo esperas sucede ¿y qué? ¿qué podemos hacer? Pues nada, poner cara de dignidad, disfrutar lo que se pueda y, al menos, aprovechar para poetizarnos. Siempre sale uno del trance más ligero de cuerpo, y a veces de pensamiento.
1 comentario:
Anónimo
dijo...
Nadie nos libramos de estos menesteres.Y es verdad que cuando no tienes otra solucion y utilizas "uno" publico, no solo sales más ligero,estas más instruido,algunas puertas parecen bibliotecas.
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Nadie nos libramos de estos menesteres.Y es verdad que cuando no tienes otra solucion y utilizas "uno" publico, no solo sales más ligero,estas más instruido,algunas puertas parecen bibliotecas.
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