Una terraza de los Urrutias. Es un lugar extraño, casi nunca hay nadie, pero por las tardes -en la hora de la siesta- un niño de unos diez años se tira al suelo, junto a la reja, y no para de decir: ¡¡mamá, mamaaaaaá!! Y así todo lo que llevamos de verano. ¿Llamará a la Virgen del Carmen? ¿será una metáfora? ¿será un jodeor? Lo dejo que llega el de los ajos gordos y coloráos, como le gustan a las mujeres...
1 comentario:
Que grite todos los dias a la hora de la siesta,es lo peor que me podria pasar con un vecino.Son horas sagradas.Por esta playa,el de los ajos tiernos y coloráos,con fuerte grabacion,es el RICHAR y todo lo vende a 5"uros",el dice:El Richar el de todos los años,puede ser verdad yo del año pasado doy fe.
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