Clara, mi vecina, que ya ha cumplido cinco años, pero sigue hecha un torbellino con síndrome de hiperactividad. Su primera toma de contacto con la playa debió de ser con la frente, y contra no sé qué superficie dura, pero ya el primer día nos apareció con su "chichón" tatuado. Este año viene más "hecha", ya nos habla de sus rezos a Jesús y del nombre de su primer hijo: Manuel. Es encantadora y por lo visto me quiere.
1 comentario:
Buenos días.
Cuidado con ella Juan, tiene una mirada inquietante y, a la más mínima, es capaz de endosarte su muñeca para que le hagas de canguro mientras ella se baña. Ya sabes que las mujeres son nuestra perdición.
ANÓNIMO
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