Hay momentos en los que te descubres solo, tremendamente solo y seco; son esos momentos en los que hasta te sientes negado, como un espejo, como una mera excusa para que el otro pueda llegar a sentir su propio deseo dormido.
1 comentario:
Anónimo
dijo...
Entonces, suena tu teléfono. Ya no te sientes solo. Ahora estás acompañado. Siempre lo estás, sin embargo, la gente no lo demuestra bien. Yo lo haré. Prometido.
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Entonces, suena tu teléfono. Ya no te sientes solo. Ahora estás acompañado. Siempre lo estás, sin embargo, la gente no lo demuestra bien.
Yo lo haré. Prometido.
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