Culpa, no sé, ninguna. Más tendrá que ver en como se vivencia ese engaño una vez descubierto.
De todos modos lo importante es el engaño en sí. La falta de verdad. Si es un engaño circunstancial o una acumulación de engaños. Imperdonable. Insoportable.
¿La forma? No sé. Creo que sería importante sobre todo para la persona engañadora si quiere ser descubierta. ¡Hacerlo bien, a lo grande!
Sigo pensando en la neblina de mi gripe y demás afecciones.
Yo no creo que en el engaño tengan que ver las formas, creo más bien que quienes intentan "construir el mundo ideal" son nuestros sentidos. A partir de ahí, ¿qué es verdad? ¿No será más bien que incluso la verdad es una cara más del prisma de este engaño generalizado en el que nuestros pasos divagan?
Yo, la verdad, no iba tan lejos cuando citaba "el engaño". Tan solo me refería al "engaño" de la imagen, de la fotografía en relación al mundo de la realidad del que se nutre. Los otros engaños, pufff, mejor no tocarlos.
Jo, Milan Kundera, en la veintena me dió por él. Era mi favorito. Hace veinte años de ese furor. Recuerdo ligeramente "La broma". Voy a ir a casa de mi madre a rescatarla de nuevo.
8 comentarios:
Culpa, no sé, ninguna. Más tendrá que ver en como se vivencia ese engaño una vez descubierto.
De todos modos lo importante es el engaño en sí. La falta de verdad. Si es un engaño circunstancial o una acumulación de engaños. Imperdonable. Insoportable.
¿La forma? No sé. Creo que sería importante sobre todo para la persona engañadora si quiere ser descubierta. ¡Hacerlo bien, a lo grande!
Sigo pensando en la neblina de mi gripe y demás afecciones.
Yo no creo que en el engaño tengan que ver las formas, creo más bien que quienes intentan "construir el mundo ideal" son nuestros sentidos. A partir de ahí, ¿qué es verdad?
¿No será más bien que incluso la verdad es una cara más del prisma de este engaño generalizado en el que nuestros pasos divagan?
Bonita construcción de palabras pero...
Existe el engaño. Duele y puede ser devastador.
Isabel, me he metido en tu blog y algo te he puesto, pero no sé si se ha grabado al final.
Decirte: que me gusta.
María, sí, ahí está colgado tu comentario y mi respuesta. Muchas gracias.
Desgracidamente, el engaño, sobre todo si nos toca la fibra, duele. Ahí estoy de acuerdo contigo...
Yo, la verdad, no iba tan lejos cuando citaba "el engaño". Tan solo me refería al "engaño" de la imagen, de la fotografía en relación al mundo de la realidad del que se nutre. Los otros engaños, pufff, mejor no tocarlos.
A propósito de los engaños, mirad que cita me he encontrado esta misma tarde:
"De nuevo me quedé maravillado por la increíble capacidad humana de transformar la realidad a la imagen de los deseos o ideales".
Milan Kundera, "La broma". Barcelona, Seix Barral, 2009. Pág. 201.
Una obra, por cierto, aguda, ingeniosa, con ese estilo tan cuidado, genial... como casi todo lo de Kundera.
Un saludo de verdad :)
Jo, Milan Kundera, en la veintena me dió por él. Era mi favorito. Hace veinte años de ese furor. Recuerdo ligeramente "La broma". Voy a ir a casa de mi madre a rescatarla de nuevo.
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