20 marzo 2011


Una tarde de esta semana pasada pisaba Ikea por primera vez en mi vida: aparcas solo, entras solo, miras solo, eliges solo, decides solo, compras solo, ¡¡pagas solo!!, te vas solo, montas solo, sufres solo..., eso sí, un poco más barato que en otros lugares. Qué felicidad cuando salía de allí.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas gracias Toñi por tu felicitación de ayer,es que no entré en el blog, espero que estés mucho mejor, tu eres super fuerte.
Juan, creo que tuviste mucha suerte al ir a ikea y hacerlo todo solo, es lo que todos buscamos (o al menos Yo) siempre hay demasiada gente.
La otra soledad, al principio grita y te hace mirar a todo el mundo con mirada triste, como si te llamaran ellos. Despues,te da la mano y te lleva donde hace falta con gran tranquilidad.

Y hoy,a cocinar para Olga, que es su cumpleaños, un budin de col con carne picada y ricota, guiso de ternera con vino tinto y puré de peras y su tarta de chocolate blanco, mascarpone y gelatina de moscatel.

Jose

Marian Ch dijo...

Me parece Jose, que apareceré por el cumpleaños de Olga. Ya sabes que soy una tímida muy caradura. ¡Pero que menú tan tentador! Te querrá mucho, Olga, ¿no?

Ikea: Es barato, Juan. No sé como lo hacen, porque también vigilan que sea un comercio ético... No sé. También hay por casa cosas. Yo me atonto mucho en esos lugares, pero más todavía, las pocas veces que he ido al Corte Inglés, es como una red en la que das vueltas. Te angustias pero tienen la consigna de sonreirte (todos sus trabajadores son automáticamente amables), y continúas tu agónica compra.

Man dijo...

¿Y qué te pasó Juan? ¿No viste la LUNA?
Ella estaba allí, ella sola, para ti solo, hablándote.

Si fueras Cáncer, amarías, como amo yo, a la Luna.

P.D.
Felicidades José. Me acojo a la octava.

Paco dijo...

Lo peor es el montaje en soledad, te acuerdas de los suecos tambien solo.

Anónimo dijo...

No t acuerdas solo de los suecos sino tb de su familia