09 julio 2011


Un señor impedido avanza en su vehículo especial pegado a la pared del restaurante; un niño que miraba el mar se vuelve en ese instante para ver quién viene; un hombre que acababa de llegar a su cita en Santa Pola, mira la escena que "intuye" va a suceder, coge su cámara fotográfica y dispara. Y lo que no estaba destinado a ser historia, confluye en un punto, en un instante, convirtiéndose en algo tangible, algo historiable, algo vivido.


5 comentarios:

Anónimo dijo...

Desde hace unos días el color ha tomado los campos de Murcia Útil, ¿será un segundo verano del amor?

Juan Ballester dijo...

De entrada es un error identificar color con amor, porque más bien -en mi caso- iría al revés.

Anónimo dijo...

Ojalá fuera un verano de amor para todos los murciautileros.......yo sigo esperando que la vida me sorprenda para volver a creer en el amor real,en el no platónico y mientras.....observo por si vienen señales humanas o de humo....aunque sean.

Anónimo dijo...

Y cuál es el amor real? Hay muchos matices y muchos colores para el amor; no nos cerremos a un sólo tipo. ¿Será el amor de los padres el único verdadero? Estoy pensando que sí.

Anónimo dijo...

EL AMOR AUTENTICO PARA MI ES EL PASIONAL ...EL QUE DURA SEIS MESES EL DE MAS QUE AMOR FRENESÍ,EL QUE DURA POCO PERO SE RECUERDA SIEMPRE.....PARA MI.....AHORA BIEN EL ESTABLE EMOCIONALMENTE ES EL DE MADRE,PARA ESO LO LLEVAN TATUADO LOS CONVICTOS Y LOS MARINEROS...A MI ME GUSTAN LOS DOS Y A VOSOTROS?