Han pasado los años y aunque desde hace tiempo suele estar en la sombra, sigue en la brecha; se llama Manuel Fernández-Delgado Cerdá -Manolete para los amigos-. Con el tiempo, pero también con su dedicación, su conocimiento y su incuestionable honestidad, se ha convertido en el gran referente de la pintura murciana del siglo XX. Ayer por la mañana, como cada día desde que el 10 de octubre de 1990 se inaugurara el Museo Ramón Gaya -del que es director-, paseaba de nuevo por sus salas, pero ahora mirando la colección de dibujos realizados por Ramón Gaya para el ABC, la exposición temporal que acaba de inaugurarse en el Museo. Y aunque tenga el defectito de no poner el nombre del fotógrafo en los catálogos -no podía ser perfecto-, es un gran amigo, un hombre fundamental para la ciudad y una persona querida por muchos de nosotros.
3 comentarios:
Sí señor,y bien guapo que está. La verdad es que se ha ido arreglando con los años. Es un gran tipo este fauno murciano, rodeado en su museo de impresionantes azafatas y rodeado además por la maravilla de los cuadros de Gaya. Nació de pie, desde luego.
Me parece excesivo todo lo que dices de mí. Cada día intento acostarme con la conciencia tranquila, del deber cumplido. Ah! Maroto era mi padre,y quiero hacer un reconocimiento a mi madre:Doloricas Cerdá.
M.F-D.
Corregido, lo siento.
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